Que te
entiendan si vas a dejarte la cabeza en sentido literal y figurado contra sus
brazos, sabiendo que pueda ser y sea ir a morir otra vez de su mano. Y que
sigan procurando entender, que cuando hemos sido felices volvemos una y dos
siendo dos infinito, porque si algo es cierto es que un corazón atrofiado bombea
tan fuerte que también enferma a la vista y los oídos pisando por activa a la
pasiva. Taconea sobre ese consejo desgastado, que joder, solo los listos y más
fuertes escuchan, arremete contra ti mismo, aunque ya el mismo no seas. Así que
casi por inercia continuas. Por encima de todo siguiendo el camino más bajo, carraspeando
ojalás.
“Ojalá
nuestras risas sean las de antes y tú olor no el de un extraño. Ojalá ser mejor
de nuevo y que compensen los medios si detrás tú me esperas como esperan las
promesas ser cumplidas.”