Por más que escriba, que pretenda dejarte.
Al final las letras son solo letras, como el humano es solo
humano a merced de sus sentimientos.
El cuerpo los limita, ya sean palabras o carne, la angustia
se queda y no piensa marcharse.
Y sí, tú mi angustia y mi hambre, irse para no acabar de
dejarme. Sin ti y con tu recuerdo donde no cabe el olvido… donde por el
contrario, en tu profundo olvido, no cabe mi recuerdo.
Sé que no hay quien lo rescate, si soberbia indiferencia lo empuja hacia un inmenso vacío que tirita de frío. En tu nada, sin ser y sin
vida, amor.
Pero no entiendo tus oídos sordos ni esas respuestas que
nunca existieron. ¿Por qué? ¿Por qué un segundo de los tuyos no tiene valor si
lo malgastas conmigo?
Entonces pasas a mi lado y me rozas. No me miras y me siento
pequeñita.
Ahí, en ese instante al que ni siquiera das cuenta, sé una de tantas formas de morir.
Ser olvidado por aquellos que más te importan. Que me
olvides, y no te importe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario