Malditos ojos curiosos.
Yo no quería intercambiar mi corazón por tu sonrisa, no, ni siquiera sabia del trueque. Tú tampoco claro.
Pero si que fue mi culpa observarte a escondidas, lo hice adrede y creo, que una parte de mi sabia de antemano lo que iba pasar. Se quedo muy callada, apremiando hasta ese fatídico momento, donde dio un grito de euforia que provoco el infarto de este asustadizo corazón.
Es un caso perdido al fin de al cabo. Una de esas situaciones o personas inevitables que trae el destino pensándose viento, dando escalofríos, erosionando y dando nuevas formas a nuestros sentimientos.
Que frío hace.
¿Soy yo la que tirita o todo tiembla a mi alrededor? Solo se que has dado una carcajada, ,la oigo lejana. Muy lejana. Demasiado.
Sigues riendo y todo comienza a desmoronarse. Quiero acompañarte en esa hazaña. Quiero salir de estas murallas que ya no dan refugio. Quiero encontrarlo en la calidez de esa mueca alegre que haces con tu boca, ser su dueña y hacerla surgir siempre que se me antoje. Porque soy egoísta y te quiero, te quiero para mi.
Impresionante!! Como escribes, me dejas congelado!!!
ResponderEliminar