jueves, 24 de septiembre de 2015

Y es que la estación más romántica no es la primavera

Hubo un tiempo, largo o corto, que más da. Hubo un lugar, real o imaginario, realmente no tiene importancia. Hubo quizás, y solo quizás una personita, que aún sigue o que ya no esta, lo segundo probablemente 
Solo quedo y aun queda lo que se sintió bajo la piel, en la misma, navegando por las venas, tiñendo otoñal el color de la sangre... Y es que la estación más romántica no es la primavera.
Solo quedara cuando la mente no responda que se te corte la respiración al sentir que de pronto el que piensa es el corazón. Se oprime. Te abrazas a ti mismo en la cama. Cuando late olvida lo olvidado y recuerda lo que querías enterrar, pero como todo lo que está bajo tierra, cuando llueve acaba por germinar. 
Caen hojas marchitas cuando se echa en falta una historia que se pudrió, ya sea por exceso o falta de amor. Solo quedaron fuertemente ancladas las raíces inmortales de lo que sentimos, soñando en la tierra seca y hostil volver a brotar. Florecer. Pensando que si, que todo es más bonito en primavera. 🍂

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